Hablar de los difuntos no es fácil, es lo opuesto de la vida, podemos decir que la muerte es el estadio en que el sistema nervioso central deja de funcionar. Durante ella se paralizan todas las funciones físicas que tenemos como seres humanos, se paraliza el corazón, se deja de respirar, no hay ningún estímulo al cerebro, es el cese total de la actividad nerviosa central, en pocas horas se descompone el cuerpo. Se cumple el ciclo del ser humano, “nace, crece, se desarrolla, se reproduce y muere” es un proceso inevitable para cualquier ser humano.
La vida es finita, desde el punto de vista físico, es decir, lo terrenal, porque es la materia la que se muere, cesa de cumplir sus funciones, pero la parte espiritual no, el alma transciende a otro estado superior, es intangible porque nadie la ve. El alma no habita en el cuerpo, aunque actúa a través de él, podría decirse que es el nivel de conciencia que tienen los “seres vivos”, sin alma, no hay cuerpo.
Según la teoría de la creación fuimos creados por Dios como unidad psicosomática, es decir, cuerpo físico y alma. El alma, el cuerpo y el espíritu, están íntimamente ligados entre sí, es imposible separarlos.
¿Porqué hacer una oración por los difuntos?
Cuando una persona muere, el alma y el espíritu se separan de su cuerpo para ir a donde Dios haya determinado. Durante este maravilloso viaje se reza a los difuntos, invocamos a Dios para que interceda por su alma que ha trascendido a un plano superior y al encuentro de Dios, según su comportamiento terrenal, ya que, no todas las almas van al cielo, podemos decir que aquellas que cumplieron con los mandamientos bíblicos, se arrepintieron de sus pecados antes de morir serán las únicas a las que Dios abrirá sus brazos.
En diferentes períodos de la historia, a los difuntos se les daba una connotación mágico-religiosa, tenían otras creencias, por ejemplo: en el féretro se le ponían comida, porque pensaban que el alma necesitaba alimentarse. En la actualidad sabemos que el cuerpo humano está compuesto de cuerpo alma y espíritu, el espíritu es la energía que nos mueve, el alma es la conciencia, el pensamiento junto con las emociones, y el cuerpo es el instrumento o depósito donde el alma y el espíritu yacen durante su período de vida.
Oración a los difuntos
La pérdida de un ser querido la lloramos,
nos produce tristeza y mucho dolor,
los recuerdos están a flor de piel,
sin embargo estamos conscientes
que pasamos a un estado superior,
ya te fuiste del plano terrenal,
Dios mío, tú que conoces nuestra profunda tristeza,
por la muerte de “nombre del difunto”,
concédanos el consuelo de creer
que vivirá eternamente contigo,
en la gloria del Señor.Concédales el gozo del descanso eterno
en el seno de tu infinito amor,
te pedimos, Padre mío,
escuches mis ruegos, plegarias y clamor,
concédale la paz eterna, perdónale,
perdona sus pecados y su alma,
brille para él la luz perpetua.No hay nada más triste,
que despedirse de un ser querido,
esta ausencia momentánea,
este vacío que nos deja,
sólo se nos llenará cuando nos reunamos
para vivir eternamente en el cielo.Oh Dios padre celestial,
te pedimos por el alma de “nombre del difunto”,
libérala de todo pecado,
purifícala, purifica su alma,
dale el perdón y el descanso eterno.Estamos muy afligidos
por tan lamentable pérdida,
Señor, te pedimos de corazón y de alma
que cuando su alma llegue al cielo,
sea recibida, reconocida,
Señor, como hijo tuyo.
“Una flor bajo tu tumba se marchita,
una lagrima sobre su recuerdo se evapora,
una oración por su alma, la recibe Dios”Amén.
