«El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios» (Mc 16, 19).
«Esta última etapa permanece estrechamente unida a la primera, es decir, a la bajada desde el cielo realizada en la Encarnación. Sólo el que «salió del Padre» puede volver al Padre: Cristo» (CIC, 661).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.