«El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les dijeron: «¿Por qué buscáis ente los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado»» (Lc 24, 1-6).
«»Si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe» (1Cor 15, 14). La Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y enseñó» (CIC, 651).
Después de una breve pausa de reflexión, un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.