Oracion a San Alejo
San Alejo es uno de los santos más influyentes e importantes de la cristiandad. Aquí te mostramos su vida, obra y oraciones.
San Alejo de Roma o San Alejo mendigo, es respetado como sagrado por la Iglesia Ortodoxa y católica. Las reseñas sobre su vida se han entregado en el poema del siglo XI Vie de Saint Alexis, traducido en muchos lenguajes europeos durante la Etapa Medieval.
¿Quién es San Alejo?
San Alejo acreditado como «El hombre de Dios», nació en Roma y falleció en el año 411 d.C. Hijo de nobles romanos, San Alejo impuso casamiento a una edad anticipada, pero ese mismo día renunció a su hogar para consagrarse a la vida del Señor. Vivió 17 años en Edessa, donde como un indigente más y auxiliado por la fe, socorrió a todos los necesitados compartiendo toda su riqueza y haciendo de hospitalario. Luego de estos 17 años volvió a Roma donde estuvo en su propia casa durante nuevos 17 años, como un atendido más y sin que su familia lograra reconocerle.
Después de su muerte, San Alejo dejó garabateada una carta y fue en aquel tiempo cuando su familia lo reconoció. Su culto emprendió por Siria cerca del siglo IX. Por eso, en primera parte, fue estimado en el este y seguidamente en Roma.
No se inculpa un milagro adecuadamente dicho a San Alejo, no obstante, tras su caída y el propósito de su causa, ha sido venerado por su nivel de progreso.
Importancia de San Alejo en la Iglesia
Aun siendo un hombre de clase mayor, y que lograría haber existido sin miserias, dejó su vida de patricio y se encaminó a Edessa por 17 años más, para dedicar su vida a ceder la fe de Dios. Con su riqueza ayudó a los hambrientos y, aún cuando ésta se terminó, consignó sus escasas ganancias como mendigo a beneficio de los demás. En su retorno a Roma, su ciudad originaria, siguió estando como un mendigo y siendo avergonzado por la propia subordinación de su hogar y sin el discernimiento de su familia. Porque él prefirió vivir su vida con la invocación de Dios.
El culto a San Alejo se desplegó en Siria y se desarrolló por el Imperio Bizantino hacia el siglo IX. Sólo hacia últimos del siglo X surgió el apodo en los libros litúrgicos occidentales.
A pesar de su fama, en 1969 fue eliminado del Calendario General de los Santos, por motivo del carácter tradicional de su vida. Probablemente, la historia se base en la de algún eremita asiático de Edesa que estuvo de forma necesitada y fue reverenciado como santo, siendo el resto de elementos de fantasía popular.
¿Cuál es la Oración a San Alejo?
¡Oh, encanto de la nobleza romana e indiscutible amador
De la indigencia y deshonra de Cristo!
¡Oh, Alejo santo!, que en la ternura de tu mocedad,
Por cumplir a la iluminación del Señor,
Abandonaste a tu cónyuge y surgiste como otro Abraham
Del hogar de tus papás, y teniendo disperso lo que cargabas con los pobres,
Fuiste como indigente y menesteroso tantos años ignorado y desfavorecido entre los hombres.
Tú estuviste muy placentero y auxiliado de la Virgen María,
Nuestra Soberana y señora, y escapando de las lisonjas de los hombres,
Retornaste por inclinación de Dios al hogar de tus padres
Que por su brío habías abandonado,
Para proporcionarnos muestra de humildad, de aguante, de angustia y perseverancia,
Y para triunfar de ti y del universo con una especie de triunfo tan desconocido y tan famoso.
Pues, ¡oh, santo beato!
Adinerado y pobre, ilustre y obediente, comprometido y puro,
Sollozado de tus padres, infamado de tus criados,
Repudiado de los hombres e íntegro de los ángeles,
Desanimado en el suelo y exaltado en el cielo,
Yo te imploro, San Alejo,
Que por tus méritos y preces
Yo trascienda del Señor la integridad de la perfecta pureza,
De acatamiento, de depreciación de todas las cosas temporales,
Y gracia para ser como hombre infrecuente de su país,
E inexplorado y muerto al mundo.
Amén.