Al levantarnos todas las mañanas no hay mejor forma de empezar el día que al elevar una oración a Dios y pedir que envíe sobre nosotros al Espíritu Santo, quien con sus rayos de amor, de perseverancia, de unión, de devoción y de un compromiso firme en un cambio de nuestras vidas, se encargará de apartar de nosotros el mal y guiarnos por el bien.
El poder tan grande que podemos encontrar al dejar que el Espirita Santo se pose sobre nosotros, es el más grande milagro que puedes evidenciar con tu testimonio de vida, al despojarte del vestido viejo del pecado y adquirir un nuevo vestido, donde brille la verdad y la transparencia en todos los espacios de tu vida.
A continuación la Oración al Espíritu Santo (Cardenal Verdier):
Espíritu Santo te pido,
Inspirarme siempre,
Lo que debo pensar,
Lo que debo decir,
Como lo debo decir,
Lo que debo callar,
Como debo actuar,
Lo que debo hacer,
Para la gloria y satisfacción de Dios,
El bien de las almas y la de mi propia santificación.
Espíritu Santo,
Te ruego que,
Me des agudeza para entender,
Capacidad para retener,
Método y facultad para aprender,
Sutileza para saber interpretar,
Gracia y eficacia para poder hablar sabiamente.
Espíritu Santo,
Te pido que me des acierto al empezar,
Dirección al progresar,
Y perfección al acabar.
Sé que me oyes y en ti espero.
Amén.
Concluimos esta hermosa oración rezando un Padre Nuestro y un Ave María, en espera y confianza plena de que nuestras súplicas sean escuchadas.