¿Cuál es el salmo 96?
1 Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
2 canten al Señor, bendigan su Nombre,
día tras día, proclamen su victoria.
3 Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.
4 Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
5 Los dioses de los pueblos no son más que apariencia,
pero el Señor hizo el cielo;
6 en su presencia hay esplendor y majestad,
en su Santuario, poder y hermosura.
7 Aclamen al Señor, familias de los pueblos,
aclamen la gloria y el poder del Señor;
8 aclamen la gloria del nombre del Señor.
Entren en sus atrios trayendo una ofrenda,
9 adoren al Señor al manifestarse su santidad:
¡que toda la tierra tiemble ante él!
10 Digan entre las naciones: «¡el Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud».
11 Alégrese el cielo y exulte la tierra,
resuene el mar y todo lo que hay en él;
12 regocíjese el campo con todos sus frutos,
griten de gozo los árboles del bosque.
13 Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra:
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con su verdad.
Cántico de Alabanza
El salmo 96 es un himno de alabanza, está dividido en tres partes que se especializan en invitar a todos a alabar a Dios. El mundo y la humanidad evoluciona constantemente, aprende y Dios lo sabe, por eso hay nuevas obras que Él hace para agraciar a su pueblo y a las criaturas existentes; es por eso que es necesario que se entone un cántico renovado. La invitación va dirigida directamente a los israelistas al mencionar el santuario que allí existe, pero en pocos segundos engloba a todos los demás en la tierra para pregonen sus alabanzas hacia el cielo.
Yahvé está en todo el orbe creado por el mismo, tiene una dimensión universal que lo vincula con el resto a pesar de estar estrechamente ligado con Israel. Los buenos (y deberían ser todos) siempre deben tener en mente la salvación que Dios otorga a su pueblo y los que Él piensa que son dignos de merecer. El salmista logra que a tráves de la morada del Señor que está en Jerusalém se una la oración entre la perspectiva nacional e universal, porque este santuario es la atracción de los demás pueblos. Si se lee la historia de Israel se podrá ver las hazañar de su salvador, que los liberó de la esclavitud faraónica, después la cautividad de Babilonia, entre otros.
Por eso todas las comunidades deben alabar y conocer las maravillas de Yahvé , para que crezca aún más su gloria. Este es el único Dios, el Rey verdadero y por eso destaca entre los pobre dioses de los demás pueblos, que no son más que simples ídolos sin vida ni gracias y basta destacar que la idolatría ya es considerada un pecado. Él ha probado ser mejor que esas falsas deidades que los impíos han creado, porque ha podido salvar y proteger más a su nación, mientras que los otros no hacen ninguna presencia ante los suyos.
¿Qué se describe en el salmo 96?
En este salmo 96 se describe que Dios hizo los cielos que es lo más grande que puede haber, mostrando su inmenso poder, y demostrando que como el mundo es suyo entonces la historia de la humanidad le pertenece, haciendo que pueda intervenir en ella cada vez que lo desee. Su escolta es sorprendente porque se trata de su mismísima majestad, magnificencia, fortaleza y esplendor. Las características que solo pueden ser vistas en la morada que está en el cielo, el templo de Jerusalém que es un lugar sagrado y está relacionado a los destinos históricos de Israel.
Para poder demostrar que se cree fielmente en su divinidad y su trabajo de creador, hay que reconocerlo dándole la gloria, ofreciendo a los atrios de Dios algo mucha más que la presencia del hombre; deben ser ornamentos santos o ir vestidos como lo hacen los sacerdotes como traje de ceremonia para participar en el culto. Es un beneficio para ambos, Dios siente amor y agradecimiento de sus hijos y Él les enseña sus leyes para que crezcan como mejor persona y obtengan los mejores resultados al final de sus vidas.