La colosal oración para armonizar el sueño y descanso placentero, es una oración de petición a nuestro padre y creador divino Dios, para que él intervenga en nuestra mente y desde allí expulse todo sentimiento que me atormente, bien sea angustia, presión, estrés, amenaza, precaución, miedo y cada una de mis complicadas situaciones que al momento de dormir penetran mi mente y se incrustan en mis sueños, no dándome un descanso cómodo con el que me despierte feliz de un nuevo día, allí ingresa nuestro Dios majestuoso y nos brinda el calor acobijante de su manto divino que nos da un sueño pacífico.
A continuación, te enseñaré la oración para reconciliar el sueño.
Querido Dios, hoy acudo a ti, porque eres tú, quien más conoce mis problemas desde sus raíces y hasta lo más profundo de ellos y puedes darme la solución. Te imploro Señor, que con todo el cariño y prudencia que un hijo puede brindarle a su padre, seas mi auxilio para conciliar el sueño.
Padre celestial, te suplico que expulses lejos de mi mente toda preocupación y complejidades que me acongojan y no permiten que mi descanso sea pleno. Dame tu ayuda para que ésta noche descanse cálidamente y todas las noches que se aproximan, para que alejes todo estrés que se incrusta en mi mente, permite que tu bendición inyecte mi cuerpo de igual manera que un sueño mágico y tierno que se posa en mí. Permite, padre santo, que el resplandor amoroso de tu luz, abrillante mis horas nocturnas y diurnas de descanso y regálame un sueño reparador para que día a día despierte lleno de energía, vida y salud con la que me sea capaz agradecer y divulgar tu nombre en cada sitio que visite.
Señor y Salvador Jesucristo, resguardarme y cúbreme esta noche de todo sueño maligno, de toda pesadilla y amenaza que esté a mi acecho, deja que tu luz ilumine la oscuridad de mis sueños, permíteme soñar con tu lugar paradisíaco y me inunde de felicidad. Te suplico Jesús para que tu armonía y paz haga su presencia esta noche, que mi aposento tú lo resguardes y que tus divinos ángeles estén en mi protección y espanten toda maldad que se acerque. Padre, recorre esta noche mi cuarto y expulsa de aquí todo rastro de mal, haz que siempre tu bendición adorada esté conmigo.
Te doy gracias Jesús, porque al pronunciar tu nombre, se van todas las angustias, las pesadillas, y todo acto de preocupación y estrés que pueda habitar en mi vida, ya que gracias a tu manto celestial con el que me has arropado me siento bendecido y no permitiré que ninguna maldad ingrese en mi ser para atormentar mi paz, porque gracias a ti todo sentimiento y rastro maligno se ha ido de este hogar, quedando en cada costado y lugar de él tu presencia amorosa y armónica de mi casa.
Justo ahora, en este preciso momento confieso que estoy bendecido y servidor fiel de ti. Te agradezco Jesucristo por ser el vigilante de mis noches y custodies mis sueños cálidos, te agradezco Jesucristo por vivir y perdurar dentro de mis pensamientos. Amén.