¿Cuál es el salmo 13?
1 Del maestro de coro. Salmo de David.
2 ¿Hasta cuándo me tendrás olvidado, Señor? ¿Eternamente?
¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
3 ¿Hasta cuándo mi alma estará acongojada
y habrá pesar en mi corazón, día tras día?
¿Hasta cuándo mi enemigo prevalecerá sobre mí?
4 ¡Mírame, respóndeme, Señor, Dios mío!
Ilumina mis ojos,
para que no caiga en el sueño de la muerte,
5 para que mi enemigo no pueda decir: «Lo he vencido»,
ni mi adversario se alegre de mi fracaso.
6 Yo confío en tu misericordia:
que mi corazón se alegre porque me salvaste.
¡Cantaré al Señor porque me ha favorecido!
Plegaria pidiendo ayuda en la aflicción.
El Salmo 13 es una plegaria donde el justo, el bueno, el fiel a la ley de Dios, se ve agobiado al punto más bajo de la desesperación por el dominio que algún enemigo haya tenido sobre él. Comienza con preguntas, que son incesantes y continuas, una tras otra queriendo vislumbrar a Yahvé. El Fin de todo el salmo es que se vea el rostro de nuestro Señor pues nada más al tenerlo cerca se regresara la confianza y el alivio de que la ayuda está cerca.
El desesperado y angustioso salmo se le atribuye a David. Ninguno de los autores sabe a que se refiere exactamente en la vida de David pero para mucho es obvio el impacto de la persecución de David por Saúl. Esta plegaria pudo ser hecha antes, durante, o después del destierro en Israel, la mayoría de ellas siempre trata de la suplica al Señor por ayuda en un momento de muerte, de grave peligro, de aflicción.
Las preguntas en su mayoría se aprecian desde el primer versículo hasta el tercero (es un salmo relativamente corto) trata en general de quejas del justo que se siente olvidado por su Dios. La ansiedad del salmista está reflejada en el énfasis del tiempo que lleva esperando en cada duda. En las quejas se saborea el dolor amargo de quien reza, de impaciencia por ver el rostro oculto de Yahvé quien al estar perdido, deja a merced de los malvados al salmista. Realmente el corazón del hombre justo está preocupado.
A partir del cuarto al sexto versículo se basa en la suplica, es el objetivo principal del salmo además de desahogo. El salmista teme por su vida y pide ayuda para no temer a la muerte. Cuando pide que ilumine o alumbre sus ojos se refiere a que le permita seguir viviendo y le libere del peligro mortal (en la bibia alumbrar los ojos significa dar vida). Tiene más miedo de darle placer a sus enemigos con su deceso, que a morir en sí, pues fallecer sería darles una razón para que pregonen que Dios lo ha abandonado.
Sin embargo a pesar de la pena y el llanto, la confianza en Dios jamas se pierde. El salmista presiente el levantamiento del Señor y por eso se emociona, y con la bella ilusión de que su salvador está por llegar promete cantar la gloria de Yahvé. Solo aquellos fieles podrán prevalecer en tiempo de prueba porque serán quienes sepan que existe un Dios que juzga todo lo bueno y lo malo, y que siempre está al tanto de los oprimidos.
¿El salmo 13 viene con más de un significado?
Este Salmo 13 es poderoso, una oración que puede ayudar a quién sea sin importar su situación personal y el tiempo en el que se encuentra. El momento siempre será perfecto pues este salmo se presta a quien lo lee de corazón. Ya se habló del desahogo, los dolores intensos pueden ser sanados cuando se sabe que eres justo y que Dios va a ayudarte. Se toca el tema de la suplica, el más importante para cualquier persona en problemas.
También puede ser usado para alabar al Señor, porque es una de las plegarias que denotan confianza en el señor por el hecho de estar en agonía y en el peor de los momentos y aún así se mantiene la creencia de que el Rey de universo está allí para ayudarte. Pero hay un último tema que es el más complejo y pasa por desapercibido. El del propósito, un alma afligida no encontrara nunca su camino en el mundo.
Solo aquel que busque a Dios de corazón podrá hallar el significado de su vida, la felicidad está al creer en él, a servir como buen siervo, estar listo para la misión encomendada. Porque todo esto al hacerse de buena fe, es amor y el amor siempre ha sido la respuesta, siempre ha sido nuestro propósito. Son solo seis versículos pero con mucho poder.