Las Parábolas, un gran significado detrás de un corto relato
¿Qué es una parábola?
Una parábola puede definirse como un relato corto y sencillo, que cuenta una historia real o ficticia (pero nunca fantasiosa) mediante la cual Jesucristo hace una comparación entre lo que ocurría en la época con respecto a la historia que él contaba.
La palabra “parábola” deriva precisamente del griego parabolé, que hace referencia a una comparación. Con estos relatos nuestro Señor pretende enseñarnos y guiarnos en un sentido espiritual. Es la propagación de las nuevas disciplinas, que promueven el amor, aceptación y tolerancia de los pueblos que se acercan a escuchar su palabra.
¿Qué diferencia una parábola de una metáfora o una fábula?
La parábola se diferencia de otras formas literarias como la metáfora, porque esta última usa un significado con una palabra o contexto diferente al habitual. Con la alegoría se diferencia también porque se enfocan en dar un sentido simbólico, mientras que en una parábola se enfatiza y recalca el mensaje que se quiere dar a través del relato.
Con respecto a las fábulas, la principal diferencia es que en estas existen personificaciones de animales, plantas, objetos y demás, mientras que en la parábola intervienen personajes humanos. Algunas características de las parábolas.
Características principales de las parábolas
• Su desarrollo suele ser corto, en forma de narración.
• Son relatos de la vida diaria, sencillos, sin mucho pensamiento y rebusque.
Son básicamente elementos constituidos por las experiencias de nuestro Señor y sus oyentes: se habla de ovejas, deudores, prestamistas, en fin, historias verosímiles que fácilmente podrían asemejarse a la vida de cualquier persona.
• No se descarta la intervención de elementos o circunstancias extrañas, quizás hiperbolizadas, que sólo tendrán sentido si comprendemos el fin de las parábolas de Jesús: reflexionar y convenir nuestros corazones a Él.
• Comprender el mensaje de estas parábolas es lo que reafirma nuestra fe como seres cristianos, creyentes de las obras y las enseñanzas de Jesucristo por mejorar nuestro paso por el plano físico. Es a través de lo simbólico que comprendemos la trascendencia de Dios y su alcance como ser omnipresente y omnipotente.
• Los oyentes o destinatarios de las parábolas eran gente sencilla, quienes las encontraban fascinantes precisamente por ser fáciles de comprender. No se trataba de relatos enigmáticos, eran simples historias cuya enseñanza radicaba en lo que representaba, más que lo que decía en sí.
• Jesucristo no era el único que utilizaba las parábolas para transmitir mensajes. Muchos rabinos recurrían a esta forma literaria para persuadir y modificar ideas, pensamientos e incluso comportamientos.
Las parábolas de Jesús
El objetivo de las parábolas de Jesucristo es enseñar cómo debemos actuar para irradiar positividad y ser personas de bien, merecedores de entrar en el Reino de los Cielos. El propósito de Jesucristo como nuestro Salvador era sanar y renovar los corazones, convirtiéndonos a Él y confiando en su palabra.
En el Nuevo Testamento hay más de cuarenta parábolas, que conviene internalizar para comprender el mensaje que Jesucristo quiere mostrarnos. Tómate el tiempo de revisar algunas, como la parábola del Amigo inoportuno (Lc. 11. 5-8); el Árbol y sus frutos (Mt. 7. 16-20 y Lc. 6. 43-45); la parábola del Constructor de una torre (Lc. 14. 28-30); la parábola del Rico necio (Lc. 12. 16-21); la parábola del Vino nuevo en odres viejos (Mt. 9. 17, Mc. 2. 22 y Lc. 5. 37-38); y muchas más.