Su nombre es Roberto Belarmino, nació en la fecha 4 de octubre del año 1542 en Villa de Montepulciano, Provincia de Siena, esto se encuentra ubicado en la región Toscana, en los Estados Pontificios; falleció el 17 de septiembre de 1621, en la ciudad de Roma, Italia.
Él era sobrino del papa Marcelo segundo, el cual era el hermano de su mama. Apenas era un niño, y ya comenzó a destacarse por presentar una gran inteligencia. El tomo la decisión de seguir dentro de la vida de la religión, sin embargo, nunca olvidaba las enseñanzas que en su tiempo le dio su mama, le había querido resaltar los honores que tiene el mundo, y por tal motivo, le coloco en un lugar donde no se pudiera convertir en cardenal ni obispo. Su padre se opuso mucho, sin embargo, fue admitido en “la compañía de Jesús” en la ciudad de Roma en el año de 1560. En un 25 de marzo del año de 1570 fue ordenado como sacerdote, esto gracias al obispo de Gante.
Comienzo dentro de la iglesia
En las fechas de otoño de 1570, tuvo la oportunidad de poder comenzar con su magisterio teológico, para ello daba clases en la Universidad Católica de Lovaina, pero solo en forma de dictado; continúo llevando a cabo estas actividades hasta el año de 1576. En estos tiempos pudo dedicarse a poder aprender más sobre el hebreo, estudio muchísimo la biblia y todos los escritos que fueron hechos por los padres santos. Enseñaba un poco de filosofía, teología, astronomía y hasta matemáticas.
Se encargó de escribir dos catecismos (uno de ellos estaba resumido y el otro bien explicado), todos se mantuvieron en vigor hasta la llegada del papa “Pio X” (entre los años 1835 y 1914), aunque también se dedicó a componer una gran cantidad de obras de apologética. Hablamos de libros que tuvieron un gran éxito, especialmente entre sacerdotes y catequistas, ellos se basaban en estos libros para poder hallar suficientes argumentos para sus enseñanzas y para dar una doctrina sana que les permitiera defender de mejor forma la doctrina católica.
En sus últimos años, podemos ver que se centra sobre todo en las obras devotas y espirituales, son muy sobresalientes sus comentarios a los salmos, de este se emitieron hasta 30 ediciones y también 3 réplicas para los teólogos venecianos, aquí se le advertía al teólogo fray de un ataque que parecería inminente.
La verdad es que no era de su deseo personal el convertirse en cardenal ni tampoco en arzobispo, pero al final de cuentas lo aceptaba porque le importaba mucho el bienestar de la población religiosa católica, y quería que se hiciera todo conforme el orden establecido.
Oración a San Roberto Belarmino
Estas oraciones a San Roberto Belarmino nos hacen entender que él tenía mucha sabiduría, y nosotros tenemos que buscarla por igual, para poder defender bien nuestras creencias católicas, y profesar de todo nuestro corazón la fe verdadera en Cristo Jesús, gracias a las enseñanzas de San Roberto Belarmino.
Señor, tú que dotaste a san Roberto Belarmino de santidad y sabiduría admirable para defender la fe de tu Iglesia, concede a tu pueblo, por su intercesión, la gracia de vivir con la alegría de profesar plenamente la fe verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén
Otros doctores de la Iglesia: