En la parábola de los talentos o las minas se narra como a cada uno de los discípulos, Dios les dio una gran cantidad de capacidades, a las que llamó: talentos, para que a través de la palabra divina, evangelizaran sobre la faz de la tierra, y al final de los días cada uno tendría que entregar cuentas de lo que hizo con sus talentos.
Es pues, que vemos como a través de la palabra, Dios no da la oportunidad de dar a otros, sacando provecho de lo que tenemos, y no ser mezquinos, temerosos como lo fue, al que le dio un solo talento, quien lo escondió por miedo y cuando vino, solamente se lo devolvió tal cual se lo había entregado.
Enseñanza de la parábola de los talentos o las minas
Dios a través de la parábola de los talentos o las minas quiere enseñarnos que aquí en la tierra estamos de paso, que en algún momento tendremos que entregar cuenta de todo aquello que nos ha sido dado.
Sabemos que cada uno tiene muchas capacidades, esas virtudes y talentos que Dios nos ha dado para multiplicarlos aquí en la tierra antes de partir de este plano, así que lo mejor es estar atentos a esos talentos que desde hoy, puedes comenzar a descubrir cuáles son.
De esta manera, puedes evitar a que te pase como al siervo que le entregó un solo talento, que no supo qué hacer con él, y sembrándolo, se lo devolvió a su Señor tal cual se lo había entregado.
La predicación de la palabra de Dios, era algo sumamente valioso para Jesús, por tanto, al colocar el ejemplo de la referida historia, encarga a sus discípulos evangelizar con su palabra, ya que sería a través de la predicación que se conseguiría el fruto de los que les había enseñado.
Para Jesús lo más importante fue que sus discípulos entendieran que eran los encargados de llevar su palabra, la buena nueva a cada rincón del mundo, y que esos talentos que les había dado fueran multiplicados, que la cosecha se viera con creces e hicieran nuevos discípulos.
He ahí, la importancia de que pongamos en práctica la palabra de Dios, que cada vez que podamos hablemos de su palabra y de las cosas nuevas que tiene preparado para nosotros en la morada de Dios.
Sabemos que esta es una misión que tenemos en la vida, y que para ello, Dios nos ha dado distintos dones, para poder llevar la palabra que nos ha enseñado, a todas partes donde
Versículos de la parábola:
Mateo 25:14-30
14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.
18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.
20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.
21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.