Te invitamos a ser miembro activo de la iglesia, no te conformes con tan solo acudir a la Misa Dominical, intégrate en los apostolados que hacen el cuerpo formador de tu iglesia. Esta es una muy buena manera, de caminar en sintonía con Nuestro Amado Padre.
El Vía crucis, no se trata de un ejercicio que debe hacer con gran devoción y respeto, es recordar el padecimiento que vivió Jesús por nosotros, es comprender que estamos obligados a ser obedientes, pues no podemos seguir lastimando a quien más nos ama y da todo sin condición, por ti y por mí.
Dentro de nuestra comunidad, los vecinos y los que asistimos a Misa, existen infinidad de necesidades en todas las personas que podemos encontrar en estos diferentes lugares, recordando la Pasión del Señor, sigamos su ejemplo y visitemos a nuestros hermanos necesitados.
A continuación la Tercera Estación del Vía crucis, Jesús cae por primera vez:
V- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
R- Que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Consideración:
Su cuerpo ya está cansado, ya ha recorrido gran camino con el peso tan grande de la Cruz a cuestas, sus heridas le lastiman, el esfuerzo que debe hacer cuesta arriba lo agota cada vez más. La gente en su afán de observar lo sofoca al aglomerarse, pero no es solo su dolor físico lo que lo hace lucir tan mal, es la tristeza infinita que le produce la maldad del hombre. Su frágil cuerpo empieza a agotarse, Jesús tropieza y cae muy dolorosamente.
“tu cansancio y tu dolor”,
Hoy ha traspasado las barreras de la maldad,
Unos cuantos quieren hacerte daño,
Y te lograron crucificar,
Reconozco que con mi proceder,
Te ocasionó punzante herida,
Indigno soy de tus favores,
Por eso abogo a tu misericordia infinita,
Me concedas la gracia,
De obedecer tus designios,
Amén.
Rezamos finalmente un Credo, suplicando por la conversión de todos los hombres, en especial por aquellos que se han olvidado de ti, mi buen Jesús.