Hoy el Señor nos hace un llamado al cambio, a vestirnos con un traje de bondad, de dulzura y de comprensión. A despojarnos del traje de la envidia, de pecado y de indiferencia. Por medio de esta primera estación del Vía crucis, nos invita a no crucificarlo nuevamente, a no ser culpables de una nueva crucifixión a Jesús, pues con nuestra manera de pensar y hacer las cosas, lo crucificamos, y es una ingrata manera de nuestra parte responder así a un ser Supremo y especial como lo es nuestro amado y buen Jesús, quien no merece de nosotros más que agradecimiento y adoración.
A continuación la Primera Estación del Vía crucis, Jesús es condenado a muerte:
V- Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos,
R- Que por tu Santa Cruz, redimiste al mundo.
Consideración:
Y Pilato queriendo quitar peso a su culpa, quiso que fueran los demás quienes tomarán la decisión de qué hacer con Jesús y por eso les pregunto. ¿Qué hacemos con este, que se dice el Mesías? Respondieron todos en unísono tono de voz, “crucifícalo” él volvió a preguntar y dijeron todos en un tono más fuerte: “crucifícalo”, entonces dejó libre a Barrabás y a Jesús luego de azotarlo, lo entregó sin piedad alguna para que lo crucificaran.
¡Oh mi buen Jesús!,
Que injustos hemos sido contigo,
Cuànto has tenido que padecer,
Cuanto amor nos tienes
Que noble y que grande eres,
Ayúdanos a seguir tu luz,
Y sácanos de la oscuridad.
Amén.
Esta primera estación del vía crucis nos invita a un cambio espiritual, a disfrutar la vida sanamente y a permanecer firmes en nuestra fe, recemos con todo nuestro amor a Dios un Padre Nuestro.